Esta mañana con un poco de retraso sobre la hora prevista pero con total normalidad y sin incidencias se llevaron a cabo las pruebas con cargas explosivas que ha realizado la empresa minera con vistas a la futura explotación a cielo abierto.


El estudio consistió en la detonación de pequeñas cargas de explosivo a diferentes metros de profundidad para medir las vibraciones trasmitidas sobre el terreno. Cuatro detonaciones separadas por poco más de un minuto, un pequeño receso para comprobar y cambiar de lugar los sismógrafos y otros aparatos de medición, y de nuevo otras cuatro detonaciones. Los que nos acercamos a curiosear, solo pudimos apreciar los efectos de este ensayo por el sonido, prácticamente imperceptible en el pueblo.
